... y después de dos días sin poder ducharme... (sí, cierto y guarro, pero es lo que hay, vale?????) ... pues llegamos al fin a casa de Elena, donde por fin pillamos una ducha. Nos dimos un voltio por Aachen y terminamos relajándonos en las termas. Eso es... woooOOOOOOoooo tremendoooooooooooooooooo Una lástima que yo estuviera para el arrastre y entre que no me podía poner las lentillas y no veía una mierda, me dolían los oídos y no podía meter la cabeza en el agua... en fin... ¿Qué son las termas? Pues diferentes piscinas de agua caliente (menos una que está super fría!!), en las que hay chorritos de agua, pequeños jacuzzis o, incluso, corrientes de agua artificiales, que te mueven si te dejas llevar, provocando el choque con algún que otro alemán (sin saber cómo decirle que lo sientes) y algún grito de motivación (estando ya un poco ronca y provocando más ronquera aún). Así que cuando volví a casa de Elena estaba más que k.o.
Al día siguiente nos fuimos a Holanda... sí... es que Alemania se nos quedaba pequeña... jajajajajajaja Fuimos a Maastricht, un ¿pueblo? no lejos de Aachen, al que se llega por autobús de línea (la número 50). ¿Qué hay allí? Pues en teoría coffee shops que no encontramos, miles de bicicletas aparcadas, muchas galerías de arte, muchas tiendas con conejitos de chocolate y gente paseando por sus calles.
En una de sus plazas, hay unos pibotes que impiden que cualquier vehículo se adentre por ciertas calles del centro. Véase la señal que adjunto en una foto...
Y... pos claro, puede pasar lo que pasó... (véase el vídeo de la reportera más dicharachera y ronca del lugar...)
Después de esto tan sólo nos quedaban dos días en el país de las salchichas.
Unos fue dedicado a ver Bonn y perderse por sus calles (literalmente, eh? no fue algo que nos hiciera mucha gracia cuando quieres pillar un tren determinado), donde está por ejemplo la casa natal de Beethoven; en usar más que nunca los trenes y hacerme a la idea de que tengo que aprender alemán; a llegar a Düsseldorf, descubrir que habíamos encontrado un hotel increíble y conocer muchos amigotes personajes en una bar del centro.
El segundo ya fue el último. En el que vimos de forma turística la ciudad de Düsseldorf y nos encaminamos (esta vez sin sustos) para el aeropuerto Weeze. Buenísimo fue ver cómo a muchas guiris le echaban p'atrás las maletas de más de 10kg, permitidos por Ryanair, y cómo Patri se cagó viva cuando veía que el peso subía de 9kg y pico... Se quedó al límite la mamona jajajajajaja
Y c'est fini.
Próximamente... más
Como me dijo un amigo el viernes en el botellón, viajar es una droga, cuanto más lo haces, más quieres hacerlo... Es una lástima ser tan pobre... snif snif...
- (¿Alguien me ofrece algún currelo pal verano bien pagado?) -
un saludito!!!
2 comentarios:
¡Hostia! ¡Matrix está en Holanda! Ya decía yo, tanto saltito entre edificios y tanta flipada antigravedad son claros síntomas de ensetamiento.
Pues nada, burlarme un poco de tu voz que te suena el Maastricht como un Matrix.
Ten cuidaito y a la rica miel con limón.
jajajajajajajajaja
sí, decía más Matrix que Maastricht XD allí también me lo dijeron...
será el subconsciente friki... que me traiciona...
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