... echo de menos el despertarme con el silencio de la residencia, en lugar de con los gritos de mis peke-malcriadas-vecinas; echo de menos el estar en la universidad en un cuarto de hora, con los minutos calculados, en lugar de tener que depender del tráfico malagueño; echo de menos ese 20minutes que leía en el metro y esas conversaciones que oía de fondo en distintos idiomas; echo de menos los menús de filete de caballo (parece mentira, pero prefiero un filete de caballo made in epfl a unas albóndigas made in etsit), pero aquí al menos podemos elegir algo más en el postre que "la pomme!!" de la que terminé harta; echo de menos el decir "nos vemos en el Sat" o el irme al Rolex Center, aunque no tuviera mucho que estudiar; echo de menos el poder volver a casa paseando, si se me antojaba y pasar por el lago, en lugar de comerme de atasco típico malagueño de la tarde; echo de menos llegar a casa sin saber lo que me iba a encontrar, poder cenar a la hora que quisiera y quizás conversar con mis compis de piso o bajarme abajo a echar un jungle speed o a echar el rato con los vecinos de la Bourdo...
... por no mencionar las fiestas erasmus que ya me habían cansado, el ir los viernes al Great Scape a subirnos en las mesas, quedar en casa de alguien para cenar, ir a un concierto del Zelig o del Satellite, pedir un pic-nique en él para comer, acercarme el domingo a la universidad y oír que alguien está tocando el piano de fondo...
Cualquier día de la semana en Suiza tenía algo de especial...
Ces jours me manquent...
3 comentarios:
Yo te echo de menos a tí!! :D
y yo a ti !!!!!!
en el fondo no echamos de menos un lugar, sino la gente que había en él.
(toma frase)
Que verdad más grande!!! Eso es!!!
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