Parece que la normalidad de mi vida ha vuelto totalmente. Lo único que quedaba por empezar (a parte del bádminton que todavía no he hecho acto de presencia) era el baloncesto. En teoría empezaba la semana pasada... pero corramos un tupido velo sobre esto...
Os voy a contar cómo puede ser aún más duro el madrugar.
Me sonó el despertador y ¡¡¡ lo escuché !!!!!! (es cierto que estaba to obsesionada con eso de que últimamente no lo oigo y no quería llegar tarde al partido) Me voy pa la ducha, disfruto de mi agua caliente para despejarme y cuando salgo de la ducha... pum, se va la luz. Así que olvídate de secarte el pelo (para tenerlo seco y bien peinado, así lisito mu mono), olvídate de hacer unas tostadas calentitas y olvídate de ver bien lo que hay a tu alrededor, ya sea con o sin lentillas.
A pesar de todo esto, desayuné alguna que otra cosa, me fui al pabellón y ni me perdí ni na. Y el partido ha ido como la seda, con buen ambiente en el equipo arbitral y un crono que ha ido sin apenas parar.
Bien por mí !!!!!!
un saludito !
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