Después de intentar echar una noche de estudio sin mucho éxito, me acosté en mi cama de toda la vida para dormir.
De repente, no sé a qué hora, me desperté, sintiendo como mucho frío en mi brazo izquierdo, pero lo tocaba y no me lo sentía. El pánico se apoderó de mí, haciendo que me incorporara de repente, volviéndome a tocar una y otra vez el brazo, más muerto que vivo.
Haciendo que la sangre empezara a circular por él (quizás una puta mala postura?) me di cuenta que la típica gomilla del pelo, que llevo casi siempre en la muñeca, estaba ayudando al posible futuro cangrenamiento de mi brazo, quitándomela lo más rápido posible.
Ainss, qué miedo he pasado !!
Así pues... consejo yipi-yeah: cuidado con las gomillas en las muñecas !!!!!!
4 comentarios:
Gracias por el consejo, tendré cuidado con mis gomillas del pelo...
he comido boquerones de la familia de los Gaitán... buen pescao... ;)
Mi hermana una vez se levantó con la mano del doble de su tamaño normal por culpa de una gomilla del pelo. Buen consejo Mar ;). Añado otro: no quedarse dormido con el brazo colgando de la cama hacia abajo (la mano también se infla un montón). Crónicas desde Aalborg.
Q nivel !!!
ya hasta con reporteros exteriores jajajajaja
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