Misión cumplida: paquete enviado.
La caja que me enviaron mis padres la he reutilizado. Rellenada hasta sus límites y protegida con cinta de embalar, he llegado a correos y he pagado en euros. Toma! (decir que aquí correos es también un banco, donde tengo mi cuenta suiza, ahora mismo sin apenas dinero, pero próximamente, con el pago de mi experimento)
Para los futuros erasmus... en La Poste venden cajas pero sale más rentable hacerse con una caja grandota, meter todo lo que quepa y enviarla. De esta manera el precio no se dispara mucho de lo que costaría en España.
Tras un día intenso y no muy bueno (por distintos motivos), mañana me espera uno aún más emocionante: día de despedida de mi bici alquilada, día de limpieza general y día de maleta (ahora sí que sí).
A partir del viernes viviré de ocupa en mi propia casa y todavía no sé dónde ni cómo dormiré, pero bueno... nadie dijo que la vida de erasmus fuera perfecta, no?
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