Una semana y pico que aterricé en un continente nuevo, llamado América, en un país que es famoso por su frío extremo del invierno. Sin embargo, Montreal me esperaba con

En una semana ha dado tiempo de mucho y de nada. He ido arreglando papeleo, me he asentado en mi casa (donde tengo un gato monísimo y unos compañeros super apañaos), he ido descubriendo algunos trucos, conociendo gente.. Y conociendo las temperaturas de -20º...
Hablemos del frío.
Cuando llegué no hacía mucho, no bajaba más de -10º y apenas había nieve. Sin embargo, en menos de una semana, todo cambió y llegué a sentir los -20º (con sensación de -30º por el viento) en mi cuerpo. He llegado a sentir como mis pies empezaban a estar helados y temer por mis dedos jajajajajajaja Por decir que llegué el sábado a casa y me estuve haciendo masajes en los pies para calentármelos.
Ahora, tengo pasando por delante de mi ventana a un montón de camiones llenos de nieve, que una especie de trastores recoger y otra máquina mete en el camión.
Aquí termino siempre muy cansada mi jornada, así que por ahora... es todo amigos.
Prometo escribir más a menudo, que si no, se me olvidan las anécdotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario