Pues este es el penúltimo capítulo de esta gran serie protagonizada por mí. Digo penúltimo porque el veredicto del juicio se sabrá en el 2008.
Llegué al juzgado con mi padre, un poco nerviosa por la situación novedosa que tenía ante mí. Al llegar me encontré a la mu puta sentada en un banco. La observé bien y me di cuenta que no había cambiado mucho de cara, pero la noté más gorda... ¿Quizás cebada por el dinero que el seguro le había estado dando durante un tiempo para ir y venir al médico...? Los tobillos no le cabían en las piernas y llevaba zapatos de estos como los que lleva mi abuela, que parecen que son zapatillas de estar por casa. Después de mirarla bien mirada (siempre con gran disimulo porque antetodo soy una señorita bien educada) le comenté a mi padre que raro era que esa mujer no tuviera más achaques... Si es que con esa edad y ese cuerpo... ¡¡Señora, que tuvimos un accidente y lo suyo es de nacimiento!!!!
Llegó un chaval joven con pinta de abogado. Cuando vi que la abogada de la señora se le acercó a hablar con él me pareció mu feo que lo abordara de esa manera, como si fueran amigos de toda la vida, porque es que lo hizo justo a mi lado, sin saber que yo estaba ahí. Luego, cuando se enteró quién era yo, se me acerca y me dice que no me preocupe porque sólo me van a pedir una sanción de 60 euros, que es lo mínimo para poder denunciarme, porque aro, lo que ellas buscan es el dinero de mi seguro... Estuve a punto de levantarme y darle dos besos por cómo habían pensado en mí en todo momento... Qué gran detalle ponerle a esta pobre estudiante que no tiene un puto duro unos 60 euros por haberle destrozado la vida a una pedazo de puta chocha... (ay, que se me va la compostura, perdón). Pero no me levanté, simplemente me digné a mirarla como sorprendida de la grandí-si-ma suerte que había tenido...
Con un poco de retraso nos llaman para el juicio... "M.Mar Cachalote" (!!!#¬&**!!) ¿¿Qué?? Entramos y nos sentamos la mu zorra y yo en un banco y los abogados en sus respectivos sitios, frente a frente y en perpendicular con el juez. Primero habla la señora demandante. Explica, con grandes dotes interpretativas bien aprendidas de memoria, pero con algún que otro problema de vocalización y de entendimiento, lo sucedido según ella, por supuesto. Nos cuenta qué gran desgraciada es ahora, que por mi culpa ha perdido casi la total movilidad de su brazo derecho, con el que ya no es capaz de llevar a cabo sus tareas domésticas diarias (lo único que tiene que hacer en todo el día, porque es ama de casa y vive sola...), que no puede ni abrir una lata, que durante un tiempo no podía ni lavarse, ni vestirse... ANDEE VAAAAAAAAAAAAAAA Me tendríais que ver, intentando no mostrar mi cara de incredulidad al oir lo que estaba oyendo. Tan sólo mis incontrolables cejas se levantaban de vez en cuando demostrando mi desconcierto ante tanta patraña e historia que ni Almodóvar es capaz de hacer una peli de las suyas raras...
Luego fue mi turno. Me expliqué, según mi padre, que estaba de publico, con seguridad y con claridad. Todo fue muy rápido. Justo después de mi, fue el turno de los jueces.
La de la señora pedía el mundo de Yupi y el mío ponía en duda sus grandísimas lesiones.
Ahora sólo queda esperar si el juez se ha tragado el cuento chino o no... Cualquier día os doy la sorpresa del final de esta historia.
A todos mis fans, que han estado pendientes y me han dado ánimos o han criticado conmigo a la tía... GRaCiaS!!!
... continuará ...
1 comentario:
Si yo fuera el juez te juro que enchironaba a la zorra esa. Y no por que nos conozcamos, que si te odiara con toda mi alma, igualmente la encerraba.
Basta ya de listillos que estan deseando que les pase cualquier chorrada para que les toque la loteria en un juicio.
De todo lo que hemos importado de estados unidos, esto es con diferencia lo peor.
Animo y suerte.
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