Aventuras y Desventuras NewYorkinas

¿Qué contaros sobre el Chelsea Center Eastside Hostel...?

Deciros que es perfecto para pasar unos días baratos en NYC, pero sólo unos días y sabiendo que te enfrentarás a un hostel típico cutre. Reservé para los 10 días que íbamos a estar allí, pero en principio pagamos 5 y cuando fuimos a pagar el resto nos dijeron que el hostel estaba lleno y que no nos podíamos quedar. Así que digamos que el resto de los días he dormido según fue surgiendo... supervivencia total y absoluta... pero sin nervios, eh? Mi mente se transformó.

La cama era cómoda y estaba en una habitación muy amplia con unas 14 camas más, entre ellas literas. Había más habitaciones pero esa era la más grande. Para esa y más cantidad de gente tan sólo había dos duchas y dos baños con water y lavabo.  Por las mañanas había que hacer algo de cola, pero me extrañó no tener que hacer más... en serio... (será que los guiris son más sucillos...??)

Las anécdotas empezaron desde el principio. La ducha era diferente a la de Europa y tenía el grifo típico de abajo y el mango. Una palanca seleccionaba el off, el hot o el cold agua. Peeeeero, el primer día no supimos hacer que el agua cayera por el mango, puesto que al abrir el agua, ésta lo hacía por el grifo de abajo... Ojo al dato, para todos aquellos que vayan a viajar al extranjero y encuentren este tipo de duchas!!! El truco está en que hay que tirar del grifo hacia abajo y aparece como una especie de palanca que activa el mango de la ducha y... magia!!! el agua te cae de arriba!!!!!

Una vez aprendida la lección, me voy a duchar el segundo día (por supuesto con chanclas) y estoy disfrutando de mi agua desde arriba cuando siento algo por el tobillo... "¿será algún cabello que se me ha caído?" Como seguía con las "cosquillas" ya miré y...  ooohhhh sorpresa!!!  - cuidado chicas, que os puede impactar -  ¡¡¡¡¡¡ una cucaracha !!!!!!!!!! Casi me da un algo allí en la ducha, como en la película de Alfred Hitchcock. Benditas chanclas que la dejaron espanchurrada en el plato de ducha... Creedme, es una buena forma para despertar totalmente por la mañana...

Otro día fue Émilie la que encontró nuevas historias. Una noche, antes de acostarnos, se me acerca y me dice que ha visto un "mouse" (ratón, para quien no maneje el inglés ni le guste Disney) correteando por la cocina... y también una hoja colgada en la pared donde ponía "orgy" (orgía) y algún que otro nombre escrito con comentarios que creo que es mejor omitir. 

...

Lo último, que a mí ya me tocó las narices, fue la última noche que dormirmos en una de esas camas. Fue una noche lluviosa, refrescó bastante, y nuestras camas estaban al lado de la ventana. Me desperté al día siguiente con la garganta to cogía (yo creo que ahí empezó mi declive de salud; porque para quien no lo sepa, he estado con fiebre y todo!!), con goteras en algunas partes de la habitación y... un gran charco justo justo debajo de mi maleta. Esto no lo supe hasta que la abrí para coger la ropa de ese día y me di cuenta que la ropa estaba húmeda, y que abajo, lo que rozaba con el suelo estaba mojado. Así que ese día, cuando tenía que dejar la maleta hecha para irme por la noche, tenía parte de mi ropa extendida por la cama de un francés llamado Mathieu, que gentilmente me dejó poner el tendedero en su cama. 

Ay... si no fuera por todo esto, no tendría nada que contar aquí, eh?

A pesar de todo, una vez que salíamos del hostel, disfrutábamos de la cuidad y para nada nos amargó el viaje. Es el riesgo por pagar $35 la noche con desayuno (que por cierto, estaba mu bien, porque podías coger lo que quisieras: tostadas, crispies, leche, té, café).

un saludito, mamone!!