Semana de vacaciones en la universidad y todos los estudiantes que estamos de intercambio aprovechamos para "ver mundo".
Destino preferido por la mayoría: NYC. Ya sea para estar allí sólo, para estar unos días o para ir de paso y continuar hacia otros lugares más alejados.
El autobús es el medio de transporte más barato entre Montreal y Nueva York.
Son unas 7 u 8 horas de viaje, incluyendo paradas como las de la frontera enre países o la parada en mitad de la nada, también llamado el lugar como "Albany".
Para la ida, tocó trayecto nocturno. Cola infinita en la estación de autobuses a la hora de cenar para poder coger el bus. Fuimos a oscuras, por ser de noche y la gente querer dormir y eso, con los viajeros quejándose de que hablábamos muy alto (hasta el conductor, que ni nos podía ver ni nada, a una de esas que contó a la gente del bus, nos miró y nos dijo que cerráramos la boca, pero así, con "delicadeza" y "educación", acusándonos sin pruebas; indignante, vamos). Tuvimos varios sustos, como cuando el autobús derrapó por la puta cara o cuando casi chocamos con un coche y el conductor se puso a gritar en inglés una serie de barbaridades.
Llegamos de milagro, y es que luego supimos que había avisos de tornados; pero además, íbamos a una velocidad mayor de la normal; como que llegamos antes de la hora prevista.
Para la vuelta fue mucho más tranquilo y seguro. Apenas temí por mi vida.
Para la ida fueron los polis americanos los que nos hicieron el control en la frontera, con las típicas preguntas de si vamos a traficar o si somos terroristas, por qué vamos a EEUU y con la típica foto y la toma de huellas para estar fichados. Al menos, nos tocó un poli to simpático, que estaba todo el rato de guasa, de bromas con su compañero poli, que estaba intentando ligar con una guiri francesa.
Lo único negativo fue que al abrirme la mochila del equipaje me quitaron una bolsa de mandarinas, porque aunque yo pensase que me las iba a comer como una reina y me iban a dar vida, en realidad lo que estaba haciendo es casi un delito!!
Para la vuelta fueron los polis canadienses los que nos obligaron a bajar, esta vez con tooooodos los bultos que lleváramos, para poder hacer la cola más cómodos y a gusto. Total, tras 10 días de viajes y un montón de cosas encima (las que llevabas al principio y las que al final te terminas comprando..) a cualquiera le apetece estar un cuarto de hora de pie con la mochila encima...
Decir que los autobuses dentro de Estados Unidos son un chollo. Nosotros íbamos con la empresa MegaBus. Son super baratos y encima con lujos como enchufes, cuarto de baño o techo transparente en el piso superior (sí, de dos plantas!!) para poder disfrutar de los rascacielos al entrar o salir de la ciudad.
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