Estudios realizados por mí en estos últimos días, demuestran que la nieve no es nada bueno para una lesión en el pie, ya que el suelo se vuelve muy heterogéneo y cada paso es distinto, con el factor extra del posible resbalón.
Sin embargo, anoche probé que el frío de aquí me "anestesia" el dedo y llegó un momento en que no me dolía nada al andar. Curioso, ¿eh?
El gran problema es la desesperación. Me desespero el ritmo tan lento que tengo al andar. Además, la pierna derecha toma mucha más responsabilidad, porque tira de ella misma y de la otra, por lo que termino con dolor considerable en sus músculos. También está el ir poniendo el tobillo izquierdo (donde está el dedo problemático) de manera extraña, para evitar el dolor, por lo que termina doliéndome de andar con una mala postura.
Total, que termino sin saber cómo andar, para avanzar lo más posible con el mínimo dolor.
Superado el ir a clase, más tarde que normalmente porque no puedo andar rápido ni correr si escucho el metro llegar, he pasado por el caminar por la calle para ir al súper o a casa de alguien y ahora llega la prueba más importante: un viaje !
Eso es, por delante 10 días en EEUU. Va a ser todo un reto.
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