Ahora toca pegar algunas cosas, recortes de periódicos, fotos y enlaces ;)
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"Unicaja-Barcelona (67-64) :
El Unicaja entra en el Olimpo europeo"
Málaga experimenta una catarsis, una liberación, después de alcanzar su cuarto título, el acceso a la Final Four de la Euroliga. No hay un trofeo que lo acredite, pero lo demás que rodea a la gesta sí lleva adherido el resto de los reconocimientos de un campeonato. El logro se equipara, si no supera, a los tres anteriores. Al lado de CSKA, Panathinaikos y Tau figura el nombre del Unicaja, no el del Barcelona. Sí, cayó el Barça, en el décimo cara a cara a todo o nada. Al fin, el club malagueño exorcizó al último diablo que faltaba, ése que vestía, en tiempo pasado, de azulgrana. Y lo hizo en Málaga, delante de sus 10.000 hinchas que fueron más que nunca su sexto jugador. El Unicaja cerró el círculo abierto en Ciudad Jardín aquel día de 1995, cuando el triple de Ansley no entró, el 12 de abril de 2007. 12 años para llegar a la cúspide de Europa, al selecto club de los mejores del continente. La ruta abierta en Vrsac continuó en Zaragoza y se hizo más gr
ande en Vitoria. La alegría se saboreó, pero faltaba ese pequeño estigma de hacerlo ante la afición. Y ayer se completó todo. Un triunfo de bloque, de equipo, empezando por Sergio Scariolo y acabando en el último jugador que ayer no salió al campo. Y de todos los que hacen posible esta histórica hazaña. Como Rosa Mariscal, la jefa de prensa, que ayer se perdió su primer partido en casa en 13 años. Todos simbolizados en la mágica mano izquierda de Juan Ignacio Sánchez Brown, Pepe en adelante. El maestro distinguía en la previa del partido sobre estas páginas la delgada línea que separa a los buenos jugadores de los ganadores. En este último apartado figura él, desde ayer, aún más, en los altares del cajismo con su triple dorado a falta de siete segundos que sentenció el encuentro (67-64 al final). El carrusel final de tiros libres no varió la sentencia del argentino. Navarro anotó dos tiros libres, respondió Brown con lo mismo y Lakovic erró los dos siguientes, el primero sin quererlo y el segundo a propósito. Hasta en eso fue simbólico el duelo y la victoria verde. Lakovic, el hombre que estuvo a punto de venir a Málaga el verano pasado. Pero no, se quedó Pepe tras el tiempo perdido por las disputas internas. Y aquí está la respuesta. Un triple ganador y dos tiros libres fallados que decantaron la balanza. El larguísimo rebote fue a parar a las manos de Cabezas, que la salvó in extremis lanzándola contra el contrario. Bachar, grande el israelí, dio el ba
lón al Unicaja. Y ahí se acabó el partido y el averno verde ardió hasta engullir el último gramo de sustancia de los catalanes, que se van de vuelta, con Ivanovic y sus malos modos al frente, con la cabeza agachada hasta la Ciudad Condal. En partidos de este calado vale cualquier detalle, todo suma, incluso los nimios detalles. Guiño previo desde Toronto, con emotivo discurso de Jorge Garbajosa en el videomarcador. Brown, con la cinta en el pelo que Santiago, en el recuerdo, no podía lucir. En las gradas estaba el mítico Arvydas Sabonis, el más grande. Una atmósfera mágica que envolvía un encuentro con aroma distinto, diferente, que colgaba del invisible alambre que separa la gloria de la decepción y que salió cara, de color verde.Es admirable la entereza y la convicción con la que salió el Unicaja a la pista. Sin su referente interior, Santiago, pero metido en el encuentro hasta las trancas para dominar durante mayor tramo en el marcador que el Barcelona. Suele ocurrir en estas situaciones, unión para paliar la figura del ausente. Era difícil no hacerlo con la explosión de decibelios reinante, pero el derroche de talento oponente complicaba la escena. Y ahí se agarró el Unicaja, con el quinteto de gala, con Brown en él. Estando lejos de su forma, fue líder espiritual en los primeros momentos, con dos triples. Su punto 2.000 en la historia de la Euroliga fue el que cer
tificó el triunfo. Qué efeméride más oportuna. En un estrecho margen de tres puntos se movió el primer cuarto, culminado con dos puntos de Tusek, otra vez sideral el esloveno (21-19). Ahí tomó carrerilla el Unicaja, pese a los primeros destellos refulgentes de Fran Vázquez, tormento particular ayer. Cinco puntos de Pepe abrieron la brecha (32-25), antes de que Tusek diera una estocada con otro triple antes del descanso (38-32). La defensa del Unicaja bordeaba la perfección. Rebajó el nivel de acierto de Navarro a niveles terrenales, hasta convertirle en mediocre (3/13 al final en tiros de campo). Cambios de asignación continuos para evitar cualquier tiro cómodo del catalán. La jungla verde que plantó Scariolo se convirtió en el Vietnam particular del genio de Sant Feliú, incapaz de ver la luz en el bosque de brazos del Unicaja. Cegada la principal vía de puntos, el triunfo fue más sencillo.Amagó con ganar el partido el Unicaja en el tercer cuarto, escaso de puntos (10-12 al final). Cabezas lanzó dos descargas (46-36) y el infierno de Málaga amenazaba con devorar a Ivanovic y los suyos. Fran fue el clavo ardiendo. Demostrando un carácter no advertido en otros partidos en el Carpena como visitante, se convirtió en el gran asidero del Barcelona mano a mano con Ukic. Poco a poco fue recortando la diferencia el Barcelona (48-44 al final del tercer cuarto). Y dio un zarpazo por medio del base croata (51-56), que llenó de fantasmas azulgranas, otra vez, el Carpena. Lo lógico era perder, pero el Unicaja desafió otra vez a la raz
ón. Como también lo hizo Ivanovic, para prescindir de Fran. Carrusel de tiros libres (62-62), tic-tac, y el genio de Bahía Blanca dictó la sentencia con un triple que desde ayer está a la derecha del de Garbajosa en Vitoria y por encima del de Ansley en Ciudad Jardín. El 4 de mayo, el Unicaja debutará ante el CSKA en una Final Four. El cuarto título.
ande en Vitoria. La alegría se saboreó, pero faltaba ese pequeño estigma de hacerlo ante la afición. Y ayer se completó todo. Un triunfo de bloque, de equipo, empezando por Sergio Scariolo y acabando en el último jugador que ayer no salió al campo. Y de todos los que hacen posible esta histórica hazaña. Como Rosa Mariscal, la jefa de prensa, que ayer se perdió su primer partido en casa en 13 años. Todos simbolizados en la mágica mano izquierda de Juan Ignacio Sánchez Brown, Pepe en adelante. El maestro distinguía en la previa del partido sobre estas páginas la delgada línea que separa a los buenos jugadores de los ganadores. En este último apartado figura él, desde ayer, aún más, en los altares del cajismo con su triple dorado a falta de siete segundos que sentenció el encuentro (67-64 al final). El carrusel final de tiros libres no varió la sentencia del argentino. Navarro anotó dos tiros libres, respondió Brown con lo mismo y Lakovic erró los dos siguientes, el primero sin quererlo y el segundo a propósito. Hasta en eso fue simbólico el duelo y la victoria verde. Lakovic, el hombre que estuvo a punto de venir a Málaga el verano pasado. Pero no, se quedó Pepe tras el tiempo perdido por las disputas internas. Y aquí está la respuesta. Un triple ganador y dos tiros libres fallados que decantaron la balanza. El larguísimo rebote fue a parar a las manos de Cabezas, que la salvó in extremis lanzándola contra el contrario. Bachar, grande el israelí, dio el ba
lón al Unicaja. Y ahí se acabó el partido y el averno verde ardió hasta engullir el último gramo de sustancia de los catalanes, que se van de vuelta, con Ivanovic y sus malos modos al frente, con la cabeza agachada hasta la Ciudad Condal. En partidos de este calado vale cualquier detalle, todo suma, incluso los nimios detalles. Guiño previo desde Toronto, con emotivo discurso de Jorge Garbajosa en el videomarcador. Brown, con la cinta en el pelo que Santiago, en el recuerdo, no podía lucir. En las gradas estaba el mítico Arvydas Sabonis, el más grande. Una atmósfera mágica que envolvía un encuentro con aroma distinto, diferente, que colgaba del invisible alambre que separa la gloria de la decepción y que salió cara, de color verde.Es admirable la entereza y la convicción con la que salió el Unicaja a la pista. Sin su referente interior, Santiago, pero metido en el encuentro hasta las trancas para dominar durante mayor tramo en el marcador que el Barcelona. Suele ocurrir en estas situaciones, unión para paliar la figura del ausente. Era difícil no hacerlo con la explosión de decibelios reinante, pero el derroche de talento oponente complicaba la escena. Y ahí se agarró el Unicaja, con el quinteto de gala, con Brown en él. Estando lejos de su forma, fue líder espiritual en los primeros momentos, con dos triples. Su punto 2.000 en la historia de la Euroliga fue el que cer
tificó el triunfo. Qué efeméride más oportuna. En un estrecho margen de tres puntos se movió el primer cuarto, culminado con dos puntos de Tusek, otra vez sideral el esloveno (21-19). Ahí tomó carrerilla el Unicaja, pese a los primeros destellos refulgentes de Fran Vázquez, tormento particular ayer. Cinco puntos de Pepe abrieron la brecha (32-25), antes de que Tusek diera una estocada con otro triple antes del descanso (38-32). La defensa del Unicaja bordeaba la perfección. Rebajó el nivel de acierto de Navarro a niveles terrenales, hasta convertirle en mediocre (3/13 al final en tiros de campo). Cambios de asignación continuos para evitar cualquier tiro cómodo del catalán. La jungla verde que plantó Scariolo se convirtió en el Vietnam particular del genio de Sant Feliú, incapaz de ver la luz en el bosque de brazos del Unicaja. Cegada la principal vía de puntos, el triunfo fue más sencillo.Amagó con ganar el partido el Unicaja en el tercer cuarto, escaso de puntos (10-12 al final). Cabezas lanzó dos descargas (46-36) y el infierno de Málaga amenazaba con devorar a Ivanovic y los suyos. Fran fue el clavo ardiendo. Demostrando un carácter no advertido en otros partidos en el Carpena como visitante, se convirtió en el gran asidero del Barcelona mano a mano con Ukic. Poco a poco fue recortando la diferencia el Barcelona (48-44 al final del tercer cuarto). Y dio un zarpazo por medio del base croata (51-56), que llenó de fantasmas azulgranas, otra vez, el Carpena. Lo lógico era perder, pero el Unicaja desafió otra vez a la raz
ón. Como también lo hizo Ivanovic, para prescindir de Fran. Carrusel de tiros libres (62-62), tic-tac, y el genio de Bahía Blanca dictó la sentencia con un triple que desde ayer está a la derecha del de Garbajosa en Vitoria y por encima del de Ansley en Ciudad Jardín. El 4 de mayo, el Unicaja debutará ante el CSKA en una Final Four. El cuarto título.>> videos para no dejar de ver:
último minutos, con triple incluido, y celebración:
el triple tal cual:
el Carpena vibrando:
>> sonido de la radio: (últimos minutos, con el triple de Pepe)
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