martes, 28 de septiembre de 2010

echo de menos esos días en Lausanne...

... echo de menos el despertarme con el silencio de la residencia, en lugar de con los gritos de mis peke-malcriadas-vecinas; echo de menos el estar en la universidad en un cuarto de hora, con los minutos calculados, en lugar de tener que depender del tráfico malagueño; echo de menos ese 20minutes que leía en el metro y esas conversaciones que oía de fondo en distintos idiomas; echo de menos los menús de filete de caballo (parece mentira, pero prefiero un filete de caballo made in epfl a unas albóndigas made in etsit), pero aquí al menos podemos elegir algo más en el postre que "la pomme!!" de la que terminé harta; echo de menos el decir "nos vemos en el Sat" o el irme al Rolex Center, aunque no tuviera mucho que estudiar; echo de menos el poder volver a casa paseando, si se me antojaba y pasar por el lago, en lugar de comerme de atasco típico malagueño de la tarde; echo de menos llegar a casa sin saber lo que me iba a encontrar, poder cenar a la hora que quisiera y quizás conversar con mis compis de piso o bajarme abajo a echar un jungle speed o a echar el rato con los vecinos de la Bourdo...
... por no mencionar las fiestas erasmus que ya me habían cansado, el ir los viernes al Great Scape a subirnos en las mesas, quedar en casa de alguien para cenar, ir a un concierto del Zelig o del Satellite, pedir un pic-nique en él para comer, acercarme el domingo a la universidad y oír que alguien está tocando el piano de fondo...

Cualquier día de la semana en Suiza tenía algo de especial...
Ces jours me manquent...

3 comentarios:

Alba dijo...

Yo te echo de menos a tí!! :D

Mar dijo...

y yo a ti !!!!!!
en el fondo no echamos de menos un lugar, sino la gente que había en él.
(toma frase)

Alba dijo...

Que verdad más grande!!! Eso es!!!