domingo, 6 de mayo de 2007

Fin de la Final Four


Acabó la Final Four con el Unicaja como el 3ª mejor equipo de Europa. No pudo llegar a la final pero sí alcanzar el podium ganándole al Tau. Un partidazo muy igualado, que a ratos parecía un poco perdido pero que pronto daba la sensación de que este partido sí que se ganaba. A pesar de estar con vaqueros y camisetas,en el banquillo, Cabezas, Berni y Santiago, el equipo respondió a la perfección. Tusek, llamado ya en el foro Garbatusek, hizo de las suyas a base de triples; Marcus Brown, desde su lenta mejoría luchó y tiró del equipo y en el momento decisivo cumplió como un campeón; Pietrus un 10 en defensa, con algún que otro tapón... en fin, un partido que a 8 segundos del final estaba empatado y en el que podía haber pasado cualquier cosa. La banda de los Mihitas no los he visto nunca tocar tanto rato y con tantas ganas, el abuelo del Unicaja allí disfrutando del ambientazo, porque se sentía el ambiente desde la tele... en fin... Ahora hay que pensar en los play-off, pero para mí es como si se hubiera ganao la Euroliga, increíble como ha luchado el equipo y las ganas que han echado en Atenas.


En cuanto a la final, el Parathinaikos, como tenía que ser ganó y se proclama campeón en casa. Yo no he podido ver el partido, pero sé que ha sido un partidazo de los grandes, entre dos furias de Europa con sus riquezas inagotables para tener grandes jugadores en sus plantillas. Desde luego, hoy Atenas ha pensado en verde más que nunca.





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¡Panathinaikos, campeón de Europa! El gigante heleno se impuso por 93-91 al CSKA Moscú en una final extraordinaria. Larga e intensa, sí, pero bonita e igualada: el Panathinaikos dominó siempre y puso en varias ocasiones contra las cuerdas a su rival, pero el conjunto ruso planteó una titánica oposición, remontando en varias ocasiones y rozando la gesta de arrebatarle la Euroliga al Panathinaikos en un enfervorizado OAKA. Pero los griegos jugaron un partido perfecto, con una formidable actuación de Diamantidis (MVP), Siskauskas, Batiste o Tomasevic

>> acb.com <<
Redacción, 6 May. 2007.- El Unicaja vuelve de Atenas con el trabajo bien hecho, sin nada que reprocharle, con la media sonrisa que provoca la tercera posición y la victoria frente a un TAU Cerámica que partía como favorito en el encuentro de consolación y que no pudo rematar tras amasar 10 puntos de ventaja al término del tercer cuarto. El Unicaja fue valiente y decidido; pese a las importantes bajas que lastraban la rotación de Scariolo, aguantó el talento de los Rakocevic, Planinic y Scola y logró remontar el 61-51 adverso al entrar en los últimos 10 minutos. Tusek y Marcus Brown se pusieron manos a la obra y en una titánica actuación individual, con canasta decisiva del estadounidense, sellaron el 74-76 final ante la decepción de un TAU que no pudo repetir “podio europeo” por tercer año consecutivo. Sobre todo, TAU Cerámica y Unicaja convirtieron el duelo por la tercera plaza en una especie de desquite por la frustración del viernes, especialmente por su enfado con el aro rival. Ambos, posiblemente ayudados por una menor intensidad defensiva rival, encontraron un mayor nivel de acierto y fluidez en su ataque, dando a sus aficionados un mejor y más digno espectáculo.Liberada la presión de las semifinales, de la obligación de victoria, ambos equipos se sintieron más cómodos, más sueltos. Los ataques fluían más, entraban los tiros exteriores y las estrellas aparecían de nuevo. Fue un choque además con igualdad como término predominante, pues si bien el TAU Cerámica llegó a amasar 10 puntos de renta al término del tercer periodo, nunca rompió el encuentro y el Unicaja no sólo logró remontar sino también llevarse la victoria.El cuadro malagueño, mermado por las ausencias de Cabezas y Berni Rodríguez (unida a la de Santiago), tuvo que apelar al jovencísimo Alfonso Sánchez como base suplente y al griego Kostas Vasileiadis como efectivo ‘fusil’ exterior. Pese a todos los problemas, el Unicaja volvió a demostrar que no fue a Atenas de invitado ni de forma inmerecida: ¡ni mucho menos!Carácter, genio y deseo caracterizaron a un cuadro malagueño con Tusek hoy como emblema. Un esguince de tobillo hacía improbable su participación en la Final Four y esta tarde, en un partido para muchos intrascendente, jugó a un nivel estelar para convertirse en el principal bastión de la resistencia malagueña, bien acompañado en la recta final por Marcus Brown y durante todo el partido por la sabia dirección de Pepe Sánchez. Con tales argumentos, el Unicaja aguantó bravamente y dio el golpe de gracia a 1,2 segundos del final para llevarse la victoria.Decepción para el TAU Cerámica, favorito y teóricamente superior por resultados previos y plantilla... pese a las ausencias de Peker y Erdogan, a la postre claves. Y no empezó mal, pues cuajó 30 muy buenos minutos; Igor Rakocevic se desquitó de su mal día en la semifinal al anotar cuatro triples y 16 puntos, Planinic continuó mostrando su talento y logró 15, y Luis Scola y Tiago Splitter dejaron muestra de su formidable clase dominando bajo tableros ante el mermado juego interior malagueño.Como suele pasar en esta clase de encuentros, se juega y se disfruta hasta que llega el momento de competir. Esto es, el último cuarto. Así, los triples de Tusek y los puntos de Brown permitieron al Unicaja remontar el 61-51 adverso de final del tercer cuarto y propiciar un final muy abierto: 69-69 a 2:20 del final.Un triplazo de Marcus Brown a 1:20, desde ocho metros, adelantó a los de Scariolo... pero Prigioni tardó apenas 10 segundos en nivelar de nuevo la contienda. Fue sólo un espejismo baskonista, pues Pietrus logró un palmeo en otra rápida jugada malagueña (72-74) y con una buena defensa y la ayuda de Tusek, forzó una pérdida de Scola. Quedaban 45 segundos y Unicaja jugaba para ganar, pero Brown erró en una penetración forzada y Prigioni igualó de nuevo con una bandeja a ocho segundos del final.¿Prórroga? ¡No! Marcus Brown resolvió en un aclarado y, pese a resbalarse y rozar un fallo imposible, selló el 74-76 a 1,2 segundos, sin que House pudiese obrar el milagro desde su pista.


>> malagahoy.es <<
(...) El Unicaja, diezmado por los contratiempos físicos de Carlos Cabezas, Berni Rodríguez y los ya conocidos antes del torneo del puertorriqueño Daniel Santiago, afrontó el choque desde la confianza en la fuerza colectiva, en la defensa y en los recursos de pizarra.
El Tau, también rebajado por la falta de los turcos Serkan Erdogan y Kaya Peker, lo planteó con el desafío de borrar la mala imagen ofrecida ante el Panathinaikos un par de días antes y mantenerse en el mismo puesto que obtuvo la campaña previa en Praga.
Los vascos abrieron el envite guiados por el serbio Igor Rakocevic, ganador del trofeo Alphonso Ford al máximo anotador de la presente edición europea, aunque luego perdieron fuelle y se enredaron en las defensas alternativas planteadas por el técnico italiano Sergio Scariolo y la división de responsabilidades ofensivas que asumieron Iñaki de Miguel, Carlos Jiménez, el esloveno Marko Tusek y el griego Kostas Vasileaidis.
Rakocevic desapareció del choque después de anotar seis puntos en el arranque y el Unicaja cogió el timón sin que le temblara el pulso. Incluso la reaparición anotadora del escolta serbio del Tau (que a los 26 minutos había añadido otros diez puntos a la cuenta) quedó amortiguada por la eficacia del Unicaja en bloque (49-49).
Una resolución colectiva labrada con sumo esfuerzo que recibió el primer impacto serio con un parcial de 12-0 al final del tercer cuarto (61-49). La racha aturdió al bloque andaluz durante unos cuantos minutos, pero no lo suficiente como para condenarle.
Con poco más de medio cuarto por delante hasta la bocina (m.34), el Unicaja ya había regresado de las profundidades (65-62). Iba a pujar hasta el último aliento. Con todo (69-67 m.37). Dispuso de tres ocasiones para situarse por delante y marró las tres. Entonces llegó Brown y empató desde la línea de personal (69-69).
El tercer puesto, por tanto, buscaba dueño en el minuto y medio final. Brown surgió en el arco de triples (69-72); le replicó Pablo Prigioni (72-72); el francés Florent Pietrus palmeó un lanzamiento de Pepe Sánchez (72-74) y Luis Scola hizo pasos. El Unicaja atacaba, acariciaba el triunfo y falló frente al aro vasco, así que Prigioni igualó con 8,4 segundos por disputarse (74-74). Pero Marcus Brown no perdonó. El americano se lanzó hacia el aro y acertó en una penetración que convierte a los malagueños en el tercer mejor equipo del continente. Un éxito.

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