viernes, 9 de julio de 2010

12 horas de cautividad

A las 10:00 empezaba mi jornada de rata de laboratorio. Tras mis ocho rígidas horas de sueño y un buen desayuno, allí llegaba yo, con el ipod olvidado, varios libros y muchas horas por delante.
Sólo pude leer y escuchar al final un poco de radio del móvil, porque mi compañero de fatigas no era muy conversador.
Cada hora había que rellenar test, llenar un vasito de saliva y pasar a una máquina que medía la pupila (mirando a la oscuridad absoluta - enemiga total del sueño - y luego unos instantes a la luz de color que aparecía). De vez en cuando me daban comida, pero vamos, nada del otro mundo.
Y para ir al cuarto baño, me tengo que poner unas gafas especiales, que parece que me voy a poner a vender cupones.

El día de ayer lo soporté como una campeona, salvo la hora típica post-comida, cuando apareció la sombra de la siesta.
Hoy será más difícil. Tras un día normal de mi vida (es decir, haciendo cosas), me meteré a las 22:00 en el laboratorio ese, de unos 10m2 con luz tenue y tendré que vencer al sueño hasta las 10:00 del sábado. (Mientras mis amigos están de fiesta)

4 comentarios:

Mr Zebra dijo...

Es que hija, tú no podías pillarte un trabajito normal y corriente como todo el mundo... yo esto lo veo muy fuerte pa aguantarlo ¿eh? jajaja verás qué malas son las 4 de la mañana, sobretodo ahora que te lo he dicho. Cuando sean las 4 te acordarás de mí :D

Alina dijo...

y las 5 jorge jajajjaa. es una rata total. si hubieras visto la pulsera k le pusieron. besitos

Mar dijo...

Jorge, me voy a acordar de ti, la vieja de la escalera y tus castas. pero más vale que me acuerde de ti que que sueñe contigo...

Alina, esto es mucho sufrimiento, eh??

Mar dijo...

y más sufrimiento ahora que sé que esta noche es la noche en la que el SAT (nuestro bareto universitario) liquida sus cervezas, poniéndolas a 1CHF cada cierto tiempo de esta noche... :(
¿¿¿¿ por qué soy tan desgraciada ??????