domingo, 7 de diciembre de 2008

comidas familiares

Nada como una comida familiar para darte cuenta que no eres nada familiar.
Mi familia cercana realmente es muy escasa. Las ceremonias pequeñas o las noches de NocheBuena han sido siempre muy tranquilitas, con poca gente. Así que creo que debido a que nunca he tenido unos primos o unos hermanos que han estado ahí para jugar conmigo y liarla, yo nunca he sentido gran alegría al tener que "cumplir con la familia", casi como obligación o tradición o como se le quiera llamar.

Por parte de madre, tengo una pechá de primos segundos, pero no conozco a casi ninguno.
Hace un par de años los primos de mi madre empezaron a organizar comidas de primos y familias de los primos, con los y las abuelas por supuesto. La idea está genial, oportunidad para reunir a los primos que pasaron mucho tiempo juntos y ahora no se ven casi, y oportunidad para conocernos las generaciones nuevas, que vamos viviendo sin saber mucho de la familia que tenemos.
Somos un montón de gente. Como en todo montón, los hay divertidos, los hay interesantes y los hay sosos. Los hay mayores y casados, los hay pequeñajos y juguetones y los hay de mi edad o rondándola pero... sin mucho en común conmigo.

La primera vez que fui a una de estas comidas, iba con ilusión. Las hermanas de mi abuelo tienen mucho arte y me hincho reír con ellas. En esa ocasión estuve con personas mayores, y sin embargo, sobreviví con éxito. Hoy en cambio ya iba yo con miedo. Como intuyendo que me iban a sentar en frente de unos hermanos catalanes insociables de 15 y 19 años, o que a mi lado iba a tener a dos renacuajos con problemas para cortarse el filete de pollo empanao.

He comido muchísimo, ya que no perdía el tiempo hablando. He llegado a conocerme, a observar perfectamente lo que sucedía a mi alrededor y a plantearme por qué se organizan estas comidas familiares de los cohones. He tenido un momento de escape, de irme a la playa (que estaba justo al lado) para alejarme de todo el jaleo que se había organizado de golpe.
Me sirvió esa toma de aire fresco, porque después me he socializado un poco más.

Han hecho regalitos, entre los que está un marca-páginas con una frase, tal como ésta:
"No es difícil llorar en soledad, pero es casi imposible reír solo."

un saludito!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conozco esa sensación de las comidas familiares, un acontecimiento "mágico" en el que te puedes sentir terriblemente solo estando rodeado de gente.

También me he refugiado en muchas ocasiones saliendo a tomar el aire al balcón, la playa, la calle ...

La familia es importante, claro que sí, pero que me dejen elegir a quien llamar familia. Porque a ese grupo de personas que no compartió nunca nada contigo; ni siquiera la más simple de las reflexiones, mejor los llamo atrezzo de las fechas "especiales".

Familia hay poca, muy poca. Lo darías todo por ellos y deseas estar bien solo por no provocarles sufrimiento. No abunda, como todas las cosas buenas de esta vida viene en pequeñas dosis. Mejor así, poco y bueno para aprender mejor a valorarlo.

Cap' ou pas cap '? ¿Capaz o incapaz?