jueves, 19 de mayo de 2011

Tras la tormenta viene la calma

La mujer rara se levantó esta mañana con una misión: encontrar el vestido. Nueva ruta pensada, tras haber recibido consejos, informaciones y haber descartado las posibilidades ya quemadas de días anteriores.
El día se alió en su contra, con una lluvia torrencial tan de repente y tan desagradable, pero no aflojó la fuerza de la misión. Chubasquero puesto y paraguas en mano, la mujer rara salió a la calle, para cumplir la ruta nº1: su barrio.

Metáforas de la vida, la mujer rara dejó de estar bajo una manta de agua para entrar en un lugar llamado "arcoiris" y allí fue donde encontró un vestido que, sin ser el típico de las fiestas, no quedaba mal puesto y no era nada feo.
Sin estar convencida del todo, siguió su ruta del barrio, dándose cuenta que no iba a encontrar nada mejor que ese vestido del "arcoiris" y sin pensarlo más, volvió, cuando ya no llovía y empezaba a salir algo el sol, para comprarlo.

Y así fue como después de la gran tormenta que transformó las calles en ríos llegó por fin el fin de la desesperación en la búsqueda y la calma. Encontrar un bolso y unos zapatos no va a ser difícil.
Yeah Yeah Yeah

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