Ayer fue un día intenso. Normalmente teleco ha hecho que mis cumpleaños se convirtieran de alguna forma en algo menos feliz de lo que deberían, pero este año he intentado hacer un poco de todo y estoy contenta por ello. Que 25 no se cumplen todos los días...
Ayer, cuando desayunaba, me acordé de ciertos cumpleaños del pasado: una fiesta con tarta, chuches y amigas correteando por mi casa, haciendo la selectividad (con el olvido de muchos amigos por los nervios y tal), saliendo por el centro (en teoría de tranqui...), estudiando como una amargada sin ganas de celebración, olvidada en una gran biblioteca...
Al principio, de niña, el cumpleaños suponía llevar chuches al cole, los amigos te felicitaban y normalmente era uno de los últimos días, así que era un día bastante relajado. Luego, en el insti, llegaron los primero exámenes finales justo pa mi cumple, recibiendo algún que otro sms de gente que no me había visto por clase. Y todo era así hasta que llegó tuenti. Y el tuenti se colapsó. A punto estuve de engañar a la gente que realmente no me conocía, poniendo una fecha de nacimiento más falsa que Carmen Sevilla recitando un trabalengua sin equivocarse, pero bueno, al final, me gustó eso de contestar los pechá de mensajitos que recibí. En el fondo hace ilu... XD
El año que viene, habré pasado la barrera de los 25... uffffff
Y lo haré un poco alejada de mi vida de siempre, de mi tarta comprada por mis padres y de mis amigos (y digo mis verdaderos amigos). Será distinto. Peeeeeeero, para eso queda un año !!!!!
Ayer, cuando fui a coger el coche, un niñato me pidió un cigarrillo, llamándome de "usted" !!!!
Fue un poco... "¿¿¿ perdona ???" ¿Será que el chaval intentaba ser educado o que yo no me doy cuenta que realmente empiezo a aparentar ser una mujerona? Uffffffff (segundo "ufff", eh?)
Así pues, reflexionando sin querer hacerlo, sobre el paso del tiempo, os dejo una poesía de Jorge Guillén (el poeta que da nombre a mi colegio, mítico PUA del Palo, donde tantos cumpleaños he pasado)
PASA EL TIEMPO
Pasa el tiempo y suspiro porque paso,
aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,
y no con el reloj, su marcha lenta
nunca es la mía bajo el cielo raso.
Calculo, sé, suspiro, no soy caso
de excepción y a esta altura, los setenta,
mi afán del día no se desalienta,
a pesar de ser frágil lo que amaso.
Ay, Dios mío, me sé mortal de veras.
Pero mortalidad no es el instante
que al fin me privará de mi corriente.
Estas horas no son las postrimeras,
y mientras haya vida por delante,
serás mis sucesiones de viviente.
1 comentario:
¿¿y por qué las imágenes desaparecen por la cara???
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