sábado, 27 de marzo de 2010

Aunque una aterrice en Málaga por causas no ilusionantes, siempre da alegría volver por un tiempo.
Después de volar con una compañía diferente al low cost (donde sí, te dan de comer, pero... para el mísero bocadillo de 100g... casi prefiero saber que tengo que llevar mis bocatas) llegué a una Málaga primaveral, con principios de rayos de sol fuertes, el pre-bullicio de la pre-semana santa...
y donde he desayunado todos los días pan con aceite, donde he comido pescado fresco, donde me he tomado un colacao y un nesquick, he comido pinchitos con patatas fritas!!, me he tomao una copa sin que me claven, he comido palomitas con la copa, he escuchado música en directo (en un idioma entendible a la perfección y cantable), he hecho travesuras y he sido capaz de echarle cara a cosas que antes no era capaz...
y donde he ido a los veinte-duros a mirar posibles alfombrillas para mi casa suiza y posible escurridor para mi fregona; donde he vuelto a escuchar ruido por las calles, a mis vecinas, he visto a las merdellonas de siempre, los coches tuneados de los kinkis...
Ojalá el viento me dé tregua para un rato de playa de aquí al martes, para ponerle la guinda a mi excursión malagueña.
Porque aquí había mucha tormenta, pero parece que llegó por fin la calma... Espero que siga así...
;)

3 comentarios:

Laura dijo...

Pero otra vez estás en Málaga??? así no la vas a echar de menos ni vas a cogerla con ganas en verano eeeh ;)

j dijo...

Cómo te gusta pasearte de un lado a otro. FIjo que tienes un ratito de eso que en Málaga llamáis "playa".

Alina Caravaca dijo...

maaaaaaaaar a veces las visitas mas rarunas tienen hasta su nota de color. ma encantao verte y compartir palomitas contigo. por cierto el robo fue contado...jajajajja. te kiero tia y menos mal k haces locuras. besos