Historia de una tarde de lunes

¿Qué hacer si tienes una cita con el oculista a las 6pm? Pues respirar hondo y tener paciencia. Lo tenía a las 6; pues he salido de allí a las 8 y poco... Tres revistas me he leído, me he hecho amiga de una mujer que estaba igual de desesperada que yo... Y he probado mis nervios con unos trillizos juguetones que no paraban quietos... Han sacado de quicio a todo el mundo. Han entrado justo delante de mí y la enfermera se me ha quejado de ellos y luego el oculista jajajaja Según parece, eran unos trillizos hiperactivos, casi nada, como para sentarlos y querer que miren una pantalla con letras... Y menos mal que me he llevado un pañuelo para el cuello. Porque la vista la tengo ya jodía pero la garganta un poco más y me la dejo allí.
Una vez libre de consultas y batas blancas me fui de compras. En tiempo record he comprado material para pendientes y pulseras (ahora a ver si saco tiempo para hacer alguna de mis grandes creaciones jajajaja ), y luego me he pasado por Zara a ver si veía algo interesante... y lo he visto. He apurado hasta el cierre de la tienda, aguantando pijas hablando de su abuela, guiris to monas con su ropa comprada en España, dependientas hasta el chichi de estar trabajando... en fin...
En la parada de bus una cola acojonante, no se sabía si era de mi parada o de la siguiente. Mi mp3 de buen rollo, mi caminito de vuelta... y hasta las 10 no he llegado a casa. Y encima iba a quedar esta noche pero se ve que la gente se ha rajao, pa variar... descansaré mi maltrecha garganta...