jueves, 8 de octubre de 2009

Erasmus en Lausanne - El día en que casi pierdo un dedo - 2x08

El día en que casi pierdo un dedo estaba precedido de un miércoles. Los miércoles aquí no son miércoles cualquieras, porque puede haber soirée de Tandem, como la de ayer, y por supuesto hay fiesta erasmus en alguna discoteca de Lausanne. Además, ayer fue un día especial para mí porque... ¡¡¡me compré por fin una fregona!!!! (ya os hablaré de ella otro día, porque es pa comentarla)

¿Qué es eso del Tandem? Pos una porquería. Porque yo iba pensando que me iban a invitar a una merendola e iba a conocer un montón de guiris para hablar un rato en francés y otro en español... pero no. Después de una charla para besugos, sólo se podía tomar gratis unos cacahuetes, pero la cerveza de lata valía 2CHF, así que... Teníamos que ir con un cartelito que ponía que yo era española y buscaba un/a francófono/a, paseándote como si estuvieras vendiéndote... No sé, no me molaba la idea. Y conocer, conocí a pocos guiris, porque éramos muchísimos españoles y no había mucho extranjero que quisiera aprender español...
Lo intentaré a través de internet...

El día en que casi pierdo un dedo tiene sus anécdotas, como el "chino-león" que teníamos en clase hoy, que no tosía, rugía!! Y que ha estado media clase enchufao al facebook, y la otra medio durmiendo. También es interesante comentar el bocata riquísimo que me he tomao de pollo al curry. En la universidad hay como los carritos de la feria, y se puede comprar pizza, kebab, hot dog, hamburguesas... y bocatas! Lo más curioso no es esto, si no que están super bien montados. Si no, mirad esta foto!!


El día en que casi pierdo un dedo ha marcado un cambio. El tiempo parece que empieza a ser más a lo europeo, a lo que yo ya me temía, lluvia fina, más fresco... Se acabó eso de ir en tirantas tomando todo el sol que mis poros pudieran acoger en mi piel. Y claro, como llueve, pues hay que empezar a usar ciertas cosas que tenía guardadas.

Una de estas cosas es el paraguas que me encontré la semana pasada junto al sofá, las sillas de escritorio, el monopatín... Cuando, como dice mi madre, me dio el síndrome de Diógenes... Cogí un paraguas (porque yo no me traje más que el chubasquero) rosa rosa, con un corazón... Totalmente mi estilo, vamos jajajajajajajaja
Así que hoy no lo he dudado y lo he usado para la lluvia. Está algo roto, pero en principio no me ha importado.
No me ha importado hasta que volviendo pa casa ha empezado a llover, he querido abrirlo con fuerza y me he rajao el dedo gordo con uno de los palitroques que tenía suelto el puto paraguas de los cojones. He recorrido todo el patio de la residencia con el dedo metido en la boca, porque en cuanto lo sacaba, aquello empezaba a generar una cantidad de sangre considerable.
No sé ni cómo he llegado a casa sin desmayarme con la sangre y suerte que una amiga aquí me dio un poco de Betadine un día, porque si no... yo aquí no tengo nada para desinfectar o curar.
Toda la tarde limpiando con mi tirita y conmocionada por lo sucedido.

Y el paraguas ha terminado en la basura. Veremos a ver si no pillo ahora una infección o cosas raras... ¡¡Que no tengo todavía seguro médico aquí!!!!

3 comentarios:

j dijo...

Con ese estilo de vida no llegas a navidades viva, eh...

Mar dijo...

jajajajajajajajajajajaja
tú crees????
pos yo quiero pitar en Navidad...

Alina Caravaca dijo...

sabia k un paraguas rosa y con un corazón no iba contigo y si tu no lo atacabas a él, él acabaría contigo. jajajajja. anda k vaya telita. besos petarda