lunes, 11 de enero de 2010

La mujer de hielo

Mujer de hielo, la femme gelée o the ice woman, así llamamos a la profesora de microwaves de la epfl.
En realidad tiene múltiples personalidades, porque nunca sabes si va a estar simpática o va a ser la más borde del mundo, pero lo de mujer fría le va perfectamente, porque no expresa ningún sentimiento cuando da clase.


Después de presentarla, voy a contar mi historia con ella, porque hoy he ido a verla.
Todo empezó después de haber suspendido su asignatura. No me podía creer que habiendo estudiado me hubiera pasado lo mismo que suele pasar en Málaga. Sabiendo como sé que más me vale llevarme microondas de aquí, fui después de repartir las notas a medio llorarle, como erasmus sin conocimiento del idioma que soy. Tras la capa de hielo, pude llegar a la mujer que hay en ella y conseguí la oportunidad de hacer unos ejercicios para entregarle esta mañana, comentándolos para asegurarse que realmente los había hecho yo.
Tras unos días de duro trabajo (porque en navidad no pude hacer apenas nada), esta mañana he aparecido en su despacho, sin desayunar, con las piernas tiritando y la cara descompuesta al verla llegar por el pasillo. Dos ejercicios que no estaban del todo bien y uno que no tenía ni idea parecían razones suficientes para que me "hiciera el amor", pero una vez más ha demostrado que no es tan de hielo como parecía y me lo ha explicado todo para que lo rehaga y se lo entregue todo correcto, aprobando entonces su asignatura, después de demostrar que lo he entedido todo.

A diferencia de en Málaga, el sufrimiento y las horas que le he echado a la asignatura parece que van a servir de algo. Y espero que no sirvan también para que me suspendan la asignatura del examen del jueves, por falta de tiempo para estudiármela.
¿Quién dijo que erasmus era vida fácil? No No No
(eso sí, el jueves o el viernes, me desquito con una juerguecita, eh?)

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